jueves, 17 de junio de 2010

Las aventuras de Perseo


Acrisio, rey de la Argólida, tuvo una hija llamada Dánae y fue a un oráculo para conocer el futuro de su hija. El oráculo le predijo que él moriría a manos de su nieto y para evitarlo decidió que su hija no se casara.



Por eso la encerró en una torre, pero una noche Zeus se metamorfoseó en lluvia de oro y la dejó embarazada. Pasado un tiempo, dio a luz a Perseo.



Acrisio, indignado, cogió a su hija y a su nieto y los echó al mar y fueron encontrados por Dictis, hermano de Polidectes que los acogió.



Un día, Polidectes le propuso a Perseo que fuera a matar a la Medusa y él aceptó. Por el camino, algunos dioses le ayudaron. Hades le dio un yelmo para que fuera invisible, Hermes unas sandalias y Atenea un escudo que parecía un espejo.



Al llegar donde se encontraba la Medusa, Perseo tropezó y despertó a la Medusa. Ésta comenzó a atacarle y Perseo le cortó la cabeza. De la Medusa nació el caballo Pegaso y el monstruo Crisaor, ambos hijos de Posidón.

Posidón/Neptuno


Era el hermano de Zeus e hijo de Crono y Rea. Había aceptado de mala manera el reparto del Universo, ya que él tenía el dominio de las mares y Zeus el del Olimpo.


Poseidón tenía un palacio de oro en el fondo de las aguas en el que vivía con su mujer Anfítrite. Como Poseidón tenía fama de colérico, Anfítrite al principio no quería vivir con él pero él no se rindió y utilizaba un delfín que le hacía de mensajero y le enviaba toda clase de regalos de amor hasta que ella se fue con él a reinar los mares. Ambos tenían un hijo llamado Tritón que se encargaba de anunciar la llegada de sus padres con una caracola.


El arma preferida de Posidón era el tridente, regalo de los Cíclopes. Con este tridente provocaba las tempestades, moviendo las aguas a su antojo en mitad de tormentas, también lo utilizaba para hacer fuentes.


A la hora de provocar tormentar, contaba con la ayuda de Eolo, el dios del viento, quien con un soplo movía las aguas.

Hermes


Hermes era llamado por los romanos Mercurio. Era el encargado de llevar los mensajes de Zeus y era considerado el dios de los comerciantes.


Viajaba por el Olimpo y por la Tierra gracias a que llevaba unas sandalias aladas que lo llevaban de un lugar a otro volando.


Hermes era hijo de Zeus y de Maya, y desde su nacimiento fue un niño prodigio.


Un día, Hermes vio que Apolo guardaba un rebaño de vacas y él decidió robárselas. Apolo, gracias a sus dones adivinatorios, supo quién fue y lo subió al Olimpo para presentar quejas ante su padre Zeus.


La explicación que le dio Hermes a Zeus le hizo tanta gracia que lo perdonó y Apolo también acabó perdonándolo ya que Hermes le regaló la lira para compensarle por el robo.


Las características de este dios eran unas sandalias con alas, un sombrero redondo y un bastón con dos serpientes enroscadas llamado caduceo.


A este dios también se le atribuyen inventos: la astronomía, el alfabeto, la gimnasia, la escala musical y los pesos.


También, a veces, hacía de mensajero del Hades y procuraba avisar con dulzura a aquellos que realizaban su último viaje. Por esta función se le daba el nombre de Hermes Psicopompo.


En cuanto a los amores, tuvo una relación con Afrodita de la que tuvieron un hijo llamado Hermafrodito.

Aracne


Aracne vivía en una pequeña ciudad de Lidia. Sus padres eran tintoreros en púrpura y pobres. Las cualidades de esta doncella era que superaba en habilidad y ligereza a todos los tejedores mortales.


Un día, Atenea adoptó la figura de una viejecita y se presentó en la cabaña de Aracne y le dijo que procurara ganar fama de ser la mejor tejedora entre las mortales, pero que ante una diosa se debía humillar.


Aracne le contestó que por qué no iba a decirle sus sandeces a otra persona. Entonces, Atenea, sin paciencia, adoptó su verdadera figura y decidió batirse en duelo tejiendo contra Aracne.


Atenea bordó la peña de la ciudadanela ateniense y su disputa con Posidón por la posesión del país.


Aracne, en cambio, bordó todas las formas de las metamorfosis de Zeus rodeadas con un marco de yedra.


Atenea no encontró nada que reprochar a Aracne, únicamente se ofendió por el sentido impío que tenían los cuadros.


Por esto, Atenea cogió su lanza y golpeó al techo. Más tarde, Atenea echó en el rostro de Aracne unas gotas de hierba y Aracne se convirtió en una araña.

domingo, 13 de junio de 2010

Atenea


Conocida como Minerva, es hija de Zeus y Metis. Estaba embarazada cuando Zeus se la tragó.




Desempeñó un gran papel en la lucha contra los Gigantes, dando muerte a Palante y Encéfalo.


En la Ilíada, participó en la lucha al lado de los aqueos.




En la Odisea ayudó a Ulises a volver a Ítaca, que le prestó su asistencia cuando se metamorfoseó en varios mortales.


Había dedicado su talento a las artes de la paz y en Ática se la reconocía por la invención del aceite de oliva.


Se dice también que Atenea era virgen, pero también se cuenta que tuvo un hijo con Hefesto.